Mi experiencia gastronómica en el Perú pasó por momentos agridulces. Me había hecho tantas ilusiones con la comida peruana antes de mi viaje al país Inca, que algunas veces sentí confusión gastronómica. Por ratos toqué el cielo con mi paladar , y en otros momentos estuve a punto de pisar el infierno de la comelona. Pero aclaro, que el problema no es de las recetas peruanas, el problema es mío por ilusionarme tanto, y de otros factores que a continuación les narro. Lo cierto es que en Perú se come bien, aunque a veces es difícil encontrar la buena dirección para comer, sin necesidad de acudir a un restaurante gourmet de alta alcurnia.
La ilusión con la gastronomía del Perú
No recuerdo bien cuándo fue la primera vez que me hablaron de lo buena que era la comida peruana. No sé si fue una persona, una revista o una cuña televisiva. En lo que no tengo duda, es que el trabajo de marketing que hace Perú como destino turístico y gastronómico es más que excelente. El inconveniente, es que a veces nos venden tanto una idea o un producto, que las expectativas suelen superar a la realidad. Ese ha sido mi caso personal con la gastronomía y la comida peruana. Algunos viajeros que había cruzado, libros y artículos de prensa y mucha, mucha publicidad lo repiten : «Te va a encantar la comida peruana, es la mejor del mundo!»
Cuando subí al avión rumbo al Perú, llevaba los colmillos largos y la boca hecha agua. Y después de comer las vergüenzas que sirven en los vuelos transatlánticos, en lo primero que pensé al llegar a Lima, fue en comer!
Mi primera impresión con la comida peruana
De entrada les cuento que me equivoqué de hotel, suele suceder. Yo había preferido un hotel familiar para favorecer la autenticidad de las personas y en la comida, pero de las bellas fotos y las magníficas prestaciones hoteleras que ofrecían en internet no quedaba nada; incluyendo el desayuno. Mi primera experiencia culinaria en Perú se limitó a un nescafé con leche con un diminuto pan, y de ñapa, la delicadeza de decirnos que comiéramos rápido pues la familia necesitaba la mesa para desayunar. Las desventajas de pernoctar en un hotel «familiar».
Nada grave, acabábamos de llegar y teníamos 26 días de vacaciones para desquitarnos.
Al medio día tenía cita con la escritora Aniko Villalba en un restaurante de Lima. Estaba tan ansioso de conocerla, que ya ni me acuerdo de lo que comimos…es más, ni siquiera me acuerdo si comimos o no.
Ese mismo día continuamos la ruta y aparecimos en la ruidosa ciudad de Ica, para visitar el famoso oasis de Huacachina. En Ica la confusión con la comida nos invadió. Los restaurantes que parecían buenos ofrecían menú turístico? y por más que buscamos un restaurante popular donde meternos y comer de una vez por todas, no lo encontramos. El hambre empezó a irritarnos y a sacar los animalones que llevamos dentro. Decidí preguntar a un policía de turismo y muy gentil me dio el nombre del restaurante La Olla de Juanita a las afueras de Ica. Tomamos entonces un mototaxi ( que invaden la ciudad) y llegamos a una especie de complejo o vereda con aires de atrapa-turistas. El lugar es bastante agradable, tranquilo y se compone de varios restaurantes bien presentados y locales de venta de Pisco peruano.
Lo primero que pedimos fue un pisco sour, la bebida o cóctel por excelencia a probar en Perú. Aparte que pudimos conocer un poco de la historia y de la forma como se prepara este licor. A mí me gustó mucho, sobre todo al media día y con el calor que hacía.
Luego y ante la dificultad de decidirnos por un solo plato, el mesero nos recomendó un «peruanito» o una bandeja con varios platos típicos :
- Arroz de pato
- Sopa seca : plato preparado a base de fideos, sazonados con salsa, albahaca, perejil, carne de res y/o pollo entre otros ingredientes.
- Carapulcra o carapulca : guiso tradicional a base de papa seca, maní y carne. ( A la izquierda en la foto )
- Seco de cordero : la carne de este plato varía según la región del Perú. Se le conoce como seco a la salsa a base de culantro que le da un tono verdoso.
- Tacu tacu : el plato consiste de una masa de arroz con menestras (granos como frijol o lenteja), que luego fríen para que quede crocante.
- Chicharrón
- Ensalada de Pallares verdes : Los pallares son un grano, en Colombia se le conoce como habas. La ensalada está acompañada de palta (aguacate).
Aunque nos pudo más el ojo que la barriga y no pudimos terminar el plato, me agradó mucho probar ingredientes que no conocía.
Solo tengo para decir que todo me gustó. Por fin la renombrada comida peruana hacía aparición en nuestro viaje y con bombos y platillos.
El siguiente destino fue la ciudad de Nazca, que aparte debo decir que me gustó mucho más que Ica. En Nazca dimos vueltas como perros ciegos buscando donde comer, revisamos las guías y recomendaciones en internet y nada se acomodaba a lo que buscábamos. Como los lugares recomendados en guías mostraban precios exorbitantes, decidimos de ir a un restaurante popular fuera de lo turísticamente recomendado. El almuerzo estaba bueno servido con mucho cariño familiar, pero nada gastronómico.
- El restaurante en Nazca se llama «restaurante Paulita» y se ubica en frente de la plaza de armas de la ciudad; el menú nos costó 7 soles.
En la foto : Sopa de legumbres, arroz blanco, pollo en salsa y ensalada.
Comer Cuy en Perú o el sentimiento de comerte la mascota de tu amiga
A medida que recorríamos el Perú, íbamos probando de sus platos y sus bebidas particulares. Así, en una isla del lago Titi Caca tomamos una deliciosa sopa de quinoa, descubrí también los granos de maíz más grandes que jamás haya visto, me percaté que al igual que en Colombia el maíz es omnipresente : en bebida, en envuelto, en tamal, en sopa, hasta en los sueños.
Sopa de Quinoa :
También vale decir que los platos que más van a encontrar en cartelera son las papas a la huancaina, el lomo saltado y la palta (aguacate) rellena. A mí las papas no me fascinaron, de pronto porque las comí tanto y en tantas partes que luego me hastiaron y las banalisé; pero la palta rellena si que me gustó.
Papas a la Huancaina :
Palta rellena :
Pero el reto más grande de la comida peruana se presentó en la ciudad de Cuzco. Una de las visitas comprendía almuerzo con Cuy, y la verdad yo no le veía problema. Pero una cosa es ver el filete en el plato y otra que te pongan a escoger la vaca estando viva. El mesero apareció y me invitó a seguirlo. Sorpresa sorpresa, en frente mío tenía la casita de una gran familia de roedores llamados Cuy, mirándome con ojitos tiernos y dormilones. Las imágenes instagram de la mascota de una amiga, aparecieron en fila en mi cabeza. Mi silencio invadió el embarazoso momento, con los ojos acusadores del mesero que esperaba que yo le dijera : «mateme el cuy blanquito que me mira bonito». Rompí el silencio, para pedirle dos huevos fritos con arroz. Puede que luego pruebe el Cuy, pero en otras circunstancias.
Lomo saltado :
La gran ventaja que tiene la cocina peruana, es de poseer una naturaleza y biodiversidad ricas. Los productos son frescos, abundantes y variados. Por eso les aconsejo visitar las plazas de mercado populares de cada ciudad o poblado, pues es la mejor manera de conocer los productos y adquirirlos con la garantía de frescura y menor precio. Tengan mucho cuidado con los jugos naturales, después del jugo que me tomé en Arequipa pasé 3 días con diarrea.
Ceviche peruano o el éxtasis de lo mejor de la comida peruana
El final de la aventura terminaba. Pasamos dos días en Lima mientras esperábamos el vuelo de regreso a Lyon. Hasta que una tardecita limeña fresca y gris, me puso en contacto directo con el éxtasis hecho plato. Cómo me iba ir del Perú sin probar su ceviche? Debo contarles que ya había probado varios tipos de ceviches, pero que palidecen comparados con el ceviche peruano. Pedí un ceviche mixto que me llevó a la gloria. Una sopita de pescado como entrada que me puso a sudar y luego ese manjar hecho de frutos del mar. Sin lugar a dudas mi plato preferido de la comida peruana. Tanto que duré dos días comiendo comida de mar, antes del final del viaje.
Terminando el viaje, mi calificación por la comida en el Perú estaba dividida; de lo muy bueno se pasaba a lo muy malo rápidamente. Mi sentimiento es que en el Perú tienen platos excelentes, desarrollados de la cocina fusión influenciada por las migraciones ( españoles, africanos, italianos, chinos, etc). Aunque en el momento de ir a comerlos, se debe ir en la mayor parte de los casos a restaurantes gourmet o contar con la suerte de llegar al restaurante típico popular.
Me queda decirles que eviten al máximo la chifa o chaifa, los restaurantes chinos en Perú son de muy regular/ mala calidad.
Los platos en sí son buenos, pero francamente el problema de no encontrar donde bien comer; deja en entredicho el hecho de que sea considerada una de las mejores gastronomías del mundo. Los países que cuentan con una gastronomía renombrada, caso de Francia, España, Italia o Japón; se caracterizan también por la facilidad de ubicar los restaurantes típicos. Aunque reitero que el Perú tiene alimentos de calidad y la creatividad culinaria, por ende poseen el potencial para mejorar. Sobre todo, que esta es solo mi primera impresión. Espero volver al Perú para seguir descubriendo lo que me falta, que seguramente es lo mejor!
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