Mi nueva vieja cámara polaroid, les presento «La Pola»

Desde hace un par de meses una vieja novedad irrumpió en mi mundillo de las imágenes fijas. Una cámara Polaroid que yo nombro afectuosamente «La Pola«.

Nos topamos por azar un día de lluvia otoñal en Lyon, en un mercado de las pulgas. Fue amor a primera vista! Desde entonces mis andadas fotográficas no son las mismas que antes. Su clásica y voluminosa compañía adorna mis viajes de romanticismo vintage y sensaciones retro.

Esta es una historia de amor instantaneo !

Comprar cámara polaroid de segunda mano

Todo transcurrió un lluvioso y gris domingo de noviembre. El desocupe y unas amistades me forzaron a salir de casa a pesar del agua torrencial. Tomé el paraguas y acepté dar un vueltón por el mercado de las «pulgas del canal», un mercado cubierto y permanente de productos usados a orillas del río Ródano.

Polaroid para fotografías instantáneas (La Pola)

La verdad mis ganas y mi motivación iban como el tiempo gris. Solo quería matar el tiempo con un par de amigas, pegar una ojeada y desempolvar revolcando las mercancías. Con esa tónica recorrimos cientos de ventorrillos mientras ellas despelucaban los anaqueles repletos de chucherías. Así pasamos el rato entre sombreros, boas de plumas y porcelanas de búhos de colección. Al final de la mañana y después de ver cientos de artículos de moda usada, visitamos los locales de mi interés: lamparas antiguas, tocadiscos…y fotografía.

Caminé, toqué y moví los vejestorios pero nada despertó mi interés.

Hasta que en medio de una maraña de telarañas y de viejos objetivos ella apareció. En el último estante de un torcido mueble de madera. Mis ojos no lo podían creer. Un abuelo de bigote blanco que atendía el almacén, le pedí tartamudo por favor me bajara la Polaroid del pedestal. El anciano deslizó una escalera más vieja que él, se encaramó a paso lento y luego de soplar el polvo me la posó en mis manos. tembloroso la manipulé verificando su integridad…enamorandome de inmediato.

Nunca creí en los amores a primera vista, pero La Pola sería la excepción.

Fotografía instantánea de la cámara Polaroid 320 Automatic Land

La Pola – Polaroid de viajes del blog de viajes de Aristofennes

Al parecer su nombre de pila es cámara Polaroid 320 automatic Land. Eso me sonó demasiado técnico y poco sensual. Entre nosotros y a partir de ese momento yo la llamaría «La Pola«.

Estas cámaras fotográficas fueron la revolución en su época. En el caso de la «Pola», ella vino al mundo en 1969, y porta sus cincuenta años sin complejo alguno. Ella es robusta e imponente, nada que ver con los anoréxicos modelos actuales. Y si buscan facilidad, en esta cámara Polaroid no la encontrarán. Eso de prender y disparar no va con ella. Al recorrer su cuerpo se aprecia la calidad y la complejidad. Para hacerla funcionar La Pola exige una cierta destreza y una paciencia sin falla. Repito nada de facilismos.

Detalles técnicos de la cámara Polaroid 320
  • Modelo : 320 Automatic
  • Tipo:        Pack 100
  • Año de fabricación: 1969
  • Tipo de obturador: electrónico
  • Velocidad: 1/1200 o 10 segundos
  • Abertura: f/8,8 y f/42
  • ISO: 75 y 3000 iso

Qué papel fotográfico o cartucho para cámara Polaroid?

Volví a casa invadido por la ansiedad. Sin esperar la saqué de la bolsa en tela en la que me la envolvieron. Me dispuse a merodear, a observar e intentar entender cómo funcionaba. Temía que mi aprecio no fuese correspondido y que ella no quisiese funcionar. Efectivamente, la cámara instantánea no quería nada en la primera cita. Mis impulsos se enfriaron al darme cuenta que no tenía las películas adecuadas para producir las fotografías instantáneas.

Al ser estas piezas de fotografía bastante antiguas, la mayoría de productos asociados a las Polaroid ya no se consiguen en tiendas normales. El papel fotográfico especial para una Polaroid 320 es bastante difícil de conseguir. Felizmente existe internet y las toneladas de información para sacarme del apuro. Navegando me encontré con una serie de sitios dedicados a quienes tienen la fotografía como su pasión.

El papel de fotos que se encuentra para comprar está en la mayoría de los casos vencido desde hace tiempo. Es decir que si se comprar no se tiene la certeza de que vaya a funcionar. Aunque empresas que se dedican a recrear las antiguas referencias de estos papeles para retratar. No me quedaba más que comprar y cruzar los dedos.

La espera de la película duró una semana que se me hizo eterna!

Hacer funcionar una antigua cámara de fotos

La película apropiada llegó pero La Pola se negaba a funcionar. Mis fotos instantáneas salían negras (quemadas) con la impotencia de no saber el origen del problema. Fue después de dos semanas de cacharrear, de ver manuales, de visitar sitios y blogs especializados que encontré lo que fallaba y obtener por fin mi primera  fotografía Polaroid. Aleluya!

Después de disparar varias fotos de prueba para ponerla a punto, mi querida Polaroid funcionaba a la perfección y me dediqué a fotografiar a cuanto gato pasara por la casa.


Este es el proceso para que La Pola me regale una fotico:

  • Sacar el lente plegable,
  • activar o cargar la cámara,
  • verificar que tenga película,
  • enfocar con un visor para después encuadrar con otro,
  • retener el aliento y disparar,
  • tirar de la lengüeta de papel para extraer la fotografía,
  • esperar impacientemente y de calcular correctamente el tiempo de revelado,
  • despegar el papel y ver los cariños de mi Pola en forma de foto.

Un adagio popular dice que «todo tiempo pasado fue mejor«. De pronto no para todo. Pero si es cierto que a veces la nostalgia por los objetos del pasado nos embarga y nos hace pensar con añoranza del pasado.

Cámara Polaroid 320 Automatic Land (La Pola)

La fotografía y los viajes instantáneos

Más que enamorarme de la cámara estoy encantado de todo el proceso que implica desarrollar y obtener la foto instantánea. Hoy en día nos estamos acostumbrando a las cosas fáciles, sin disfrutar de las fases, de la transformación, de la técnica de las cosas. Con este tipo de aparatos antiguos uno aprende a valorar el tiempo y el esfuerzo que merita producir algo.

Como muestra del afecto y de los sentimientos que me ha despertado La Pola, me gustaría hacerla protagonista de mis viajes. Por ejemplo, sería genial involucrar a los locales con la opción de poderles ofrecer una foto y que la guarden como recuerdo. Ya les contaré.

Por el momento seguiré disfrutando del idilio con La Pola y de sus fotografías Polaroid.


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