Mi visión sobre participar en eventos de bloggers de viaje es muy personal y ha evolucionado montones desde mis inicios. Ahora intento privilegiar los eventos en donde no me traten como blogger, sino como la persona que escribe un blog. Donde no me hagan sentir que soy una producto mercantil, medible, vendible y utilizable. Por eso y después de cuatro años de ausencia, me convencí que era el momento idóneo de volver al Travel Bloggers Meeting, el encuentro de mis inicios y el más grande encuentro de bloggers de viajes hispanos.
4 años antes : desempolvando recuerdos del Travel Bloggers Meeting en Tarragona
Para poder contar lo que me llevó al TBM en la isla de Tenerife, es necesario presentarles el contexto de mi relación con este evento.
Este blog de viajes vió la luz en el 2012, en un gélido mes de febrero en pleno invierno francés. Venía de terminar mis escritos y de ponerlos en línea en forma de blog de viajes. En ese entonces no sabía ni de wordpress, ni de SEO, ni de blogtrips, ni de pepinillos en su salsa. Solo me dedicaba a escribir con ingenuidad lo que mis viajes me inspiraban. Un año después me percaté que un encuentro de bloggers de viaje se gestaba en la ciudad de Tarragona y decidí participar.
El Travel Bloggers Meeting de Tarragona significó mi salida del closet como blogger. Este fue el primer evento en donde me atreví a decir en voz alta y sin esquivar la mirada que era «blogger de viajes» y conseguir que no se rieran en mi cara. Igualmente donde descubrí que como yo, habían decenas de personas que tenían la misma comezón de querer viajar narrando aventuras y desventuras.
Influencia, blogtrips, SEO?
En Tarragona me empecé a empapar del lenguaje bien codificado que se habla en el mundo del blogging. Aprendí la amplia jerga que habla por ejemplo de redes sociales, de hashtags, de blogtrips, de influencia, de patrocinios, de cifras y de alcance. Pero lo más enriquecedor fue conocer tantas personas narrando historias de vida y de viajes.
Después del TBM en Tarragona me dejé embarcar en una ola de innombrables eventos de turismo (grave error de principiante). Pero la verdad, el «buen rollo» encontrado en Tarragona brillaba por su ausencia. En los otros eventos las historias de vida y de viajes no eran lo más importante. Descubrí la cara oculta del marketing digital, en donde uno como persona no es lo que cuenta. Me percaté que esa cara oculta del blogging estaba saturada de megalomanía, de narcisismo y de exhibicionismo. Vi con estupor el lamentable desfile de personas mostrando quién tenía las redes más grandes y cuanto podían pagarle por ello.
En muchos eventos de marketing de influencia, se observa con tristeza cómo el ser humano se disfraza de egocentrismo.
Después de ese primer TBM he cortado mucha tela y he confirmado mis convicciones. Lo que viví en ese primer año como blogger marcó para siempre el rumbo de lo que quiero hacer y sentir con este pasatiempo de escribir un blog de viajes.
3 meses antes: el llamado subliminal de las Islas canarias
Corría febrero otra vez pero del 2017. Como presagio. Estaba en la universidad, letárgico, sumergido en medio de una aburrida clase magistral de farmacología. Husmeando en mi bandeja de entrada, un correo electrónico llamó mi atención. El entitulado marcaba: «inscripciones abiertas para el TBMTenerife». Exclamé en voz alta -Tenerife?- Interrumpiendo la monotonía de la conferencia. Abrí el mensaje y en menos de 3 minutos con las manos temblorosas completé el formulario de inscripción.
Desde hace un tiempo las islas Canarias me enviaban invitaciones de viaje subliminales. El hecho de que fuese en el marco del Travel Bloggers Meeting no me dejaba margen para excusas. Era la hora de volver a ese primer evento que me vió nacer como blogger, y que de mejor, aprovechar para cumplir el deseo de visitar Tenerife en las isla Canarias.
Una semana antes: a qué carajos voy al TBM en Tenerife?
Tomando el aperitivo con amigos, anuncié que iría a Tenerife a participar en un encuentro de bloggers de viaje. Al terminar mi frase de anuncio sentí un vacío en el tiempo, acompañado de rostros lánguidos y miradas perdidas. Silencio incómodo interrumpido por la pregunta: y qué vas a hacer en el TBM? Respiré profundo y me di al momento repetitivo de explicar por enésima vez de qué trata un evento de TBM y de porqué participo como blogger.
Lo ambiguo del asunto es que la pregunta retumbó en mi encéfalo: -A qué voy ? –
La respuesta no tiene misterio: voy a disfrutar del tiempo, de Tenerife, de la comida, de la brisa fresca, de la compañía de otro@s viajer@s, del paisaje, del volcán, del mar…
Por primera vez no quería proponerle a nadie mi blog de viajes. No imaginan lo mejor que disfruté del evento.
El encuentro de bloggers de viaje : el buen rollo seguía vivo!
El tiempo parece detenerse en la isla de Tenerife. Los habitantes van por la vida sin afanes y sin correrías emanando una serenidad deliciosa y contagiosa. La semana vivida en Tenerife dio la impresión de habernos quedado mucho más tiempo.
Vidéo resumen del evento :
La agenda del encuentro nos absorbió en un suspiro:
Jueves 25 de mayo: aterrizaje en Tenerife acompañado de una cómica despistada, al confundir la ciudad de Santa Cruz con Puerto de la Cruz y por consiguiente tomar el bus equivocado. Perdidos y en otro rincón opuesto a nuestro destino, terminamos almorzando en «La casa de Pepe», un restaurante familiar abierto desde 1934. Un primer abrebocas de la gastronomía Canaria en Tenerife. Luego de enderezar el camino nos instalamos en el hotel Casa Armonia en el centro de la ciudad de Santa Cruz, y nuestro hogar durante toda la semana de estadía en la isla.
Viernes 26 de mayo: tiempo de abrazos y los primeros reencuentros con bloggers que no veía desde el 2013. Participamos en un blogtrip para hacer senderismo en el parque rural de Anaga, una de las joyas naturales de Tenerife. 4 horas de trekking en medio de una naturaleza exuberante y variada. Al final de la tarde se inició oficialmente el evento con la presentación del destino de parte de las autoridades turísticas de la isla y de los bloggers locales. Conocimos también los proyectos de diez bloggers de viajes que participaban en el #TBMTenerife y cerramos la tarde con las ya famosas #Lilibirras, unas cervecitas ofrecidas por Liligo.com.
Sábado 27 de mayo: Varias conferencias tuvieron lugar este año. Se habló de SEO, de storytelling, de usabilidad de un sitio web, de salud y gestos de urgencia durante los viajes, se hicieron sorteos con varias marcas de turismo participantes donde yo gané uno, Jamaica se presentó como destino y terminamos de fiesta con una cena informal animada por una muestra espectacular del renombrado carnaval de Tenerife.
Domingo 28 de mayo: en compañía de 10 bloggers más dimos la vuelta a la isla en un blogtrip de fotodrive. A bordo de dos coches BMW de Sixt España rodamos en busca de los mejores paisajes de Tenerife. Almorzamos en un «Guachinche» (restaurante típico y popular de Tenerife) y jugamos al astronauta en el paisaje lunar en las faldas del Volcán del Teide.
Lunes 29 de mayo: con la buena compañía de la blogger Concha de viaje alquilamos un coche y nos fuimos a descifrar los secretos del volcán del Teide, al que subimos en teleférico. Luego fuimos a almorzar a visitar la sorprendente ciudad de La Orotava.
Sin lugar a duda, aparte del gran programa preparado por los organizadores del evento, de las bellezas de la isla de Tenerife, de los reencuentros y de conocer una buena cantidad de nuevos bloggers de tantos países; lo que se fue directo al corazón de mis bonitos recuerdos es el hecho de saber que el Travel Bloggers Meeting guarda la misma esencia de «buen rollo» y de evento humano y caluroso que había conocido en 2013.
Valoro el entusiasmo y el respeto que los organizadores expresan con la forma de tratar tanto a los bloggers como también a las marcas de turismo. La vida es mucho más que marketing frío y despiadado. Cuando como blogger puedes intercambiar dos palabras con las empresas turísticas, mientras se camina el parque Anaga, eso es networking humano y sensible y cuenta más que ninguno otro método de relaciones comerciales.
Mil gracias a todos los que hicieron de nuestra estadía un viaje memorable. Un gran placer de haberles visto de nuevo y de haberles conocido (según el caso)!