«Todo tiempo pasado fue mejor» se suele decir. Viajar a Cuba es como viajar en el tiempo y sumergirse en ese pasado que añoramos. La nostalgia de un pasado caribeño similar al mío. Para los cubanos es inevitable sentir deseos de descongelar el tiempo.
Cuba me impregnó de la simplicidad del ayer, y me tocó las fibras sensibles. En la actualidad solo hablamos de modernizar, olvidando a veces las buenas costumbres de la vida. Los vecinos y sus fuertes relaciones sociales, que contrastan con la frialdad vecinal de Europa. La música como medio de expresión y de catarsis. En Cuba como en mi Colombia, las penas se olvidan a punta de cantadas y de bailadas. Pobreza y dificultad no tienen nada que ver con tristeza.
Viajar a Cuba o sumergirse en el pasado
Cuando se viaja a Cuba, se tiene la sensación de visitar un estudio de grabación de hace tres décadas. Las magníficas y bien cuidadas casonas coloniales en colores pastel, con sus puertas siempre abiertas invitando a entrar. En ocasiones, en sus andenes se venden naturales productos caseros. Incluso si no compras sus productos, las personas te hacen la discusión agradable con sonrisas y la naturalidad que caracteriza el humor de los cubanos.
Santa Clara, Cien Fuegos y Trinidad
Estas tres ciudades en la parte media de la isla, forman un triángulo interesante a visitar. Santa Clara es una ciudad de importancia a nivel comercial y turístico. La ciudad es también un punto estratégico para el transporte, en relación al importante comercio del azúcar y derivados de la caña de azúcar. Allí se encuentra un aeropuerto que mueve a muchos pasajeros internacionales hacia los paradisiacos cayos de Santa María.
Pero hay otro evento que hace a Santa Clara importante y que me sorprendió. Aquí se encuentran los restos del héroe de la revolución cubana, el mismísimo Che Guevara. Muestra de la participación de Santa Clara en la historia de Cuba.
Continuando mi viaje llegué a la bella ciudad de Cien Fuegos. La segunda ciudad cubana en importancia después de La Habana. Un centro histórico bien conservado les dará la bienvenida. El amplio parque central con palmeras tropicales, ofrece una sombra no despreciable en vista del sol abrasador del caribe. Sentarse y ver pasar la tarde a ritmo de los residentes cubanos, es comprender su parsimonia y tranquilidad para con la vida. De este parque se desprenden varias calles y pasajes comerciales, que a su vez albergan algunos grandes hoteles de renombre.
Hay ciudades y calles en donde el tiempo se detuvo. Como en la ciudad de Trinidad, en donde las callecitas empedradas dan paso a antiguos vehículos americanos. Ante la escasez de medios de transporte, estos carros son reparados y conservados con esmero. Hoy en día es normal verlos circular por las calles como taxis, camiones de carga o buses de pasajeros. Trinidad es la ciudad colonial mejor guardada de Cuba. Podría decir que la ciudad es un museo por sí sola.
Entre salsa, ron y habanos
Yo no fumo y bebo poco. Pero apenas entré en el bar La Canchanchara me dije : «Que carajos, si no es ahora entonces cuando?». No todos los días se tiene la posibilidad de viajar a Cuba. Bailé una salsita sabrosa rodeado de desconocidos, me tomé un coctel que lleva el mismo nombre del lugar; y rematé la tarde fumando un puro cigarro habanero hecho a mano y a medida. Pues dentro del bar se encuentro un agraciado señor que te prepara el cigarro al gusto y como lo pidan. Todo fue para mí un placer mundano y delicioso!
Viajar a Cuba en Vidéo :
Explicar la nostalgia por el pasado?
El ser humano es un manojo de sentimientos encontrados.
Anhelamos lo que no tenemos o lo que no somos. Los rubios quieren broncearse y los morenos quieren blanquearse. En el caso de viajar a Cuba, los cubanos expresan querer modernidad. Y los que visitamos la isla de Cuba, nos enamoramos de su congelado mundo cotidiano. Cómo entenderlo? Al igual que añoramos lo que tuvimos, porque supuestamente fue mejor.
[icon color=»#00a7ef» size=»18px» target=»_blank» name=»moon-quill»] AristofennesLa melancolía de recuerdos vagos puede revelar de pronto, las inconformidades del presente y los miedos a un futuro un poco incierto.
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