Visitar Taganga es descubrir uno de esos pueblos amañadores que quisieras guardar como un secreto personal. Enclavado en una bahía vigilada por montañas serpenteantes, Taganga es un poblado de pescadores que se ha convertido en lugar de visita infaltable si se viaja a la costa atlántica colombiana y cerca de la ciudad de Santa Marta.
Pequeño relato de mi visita a este pueblito discreto y apacible, el lugar perfecto si buscas relax, playa y buceo.
Destino a la playa de Taganga, bahía de pescadores
Había visitado y descubierto los secretos turísticos de la ciudad de Santa Marta. Contaba con un par de días disponibles y buscaba una playa tranquila para reposar el cuerpo y el alma. A las nueve de la mañana el calor sofocante del caribe colombiano me estaba asfixiando. Durante el desayuno en el hotel discutí con varios viajeros para tener ideas de lugares a visitar durante mi periplo. Una recomendación se repetía entre los mordiscos de arepa de huevo: el consejo unánime de visitar Taganga, un poblado calmo muy cerca de Santa Marta.
Terminé mis ricas arepas mientras sudaba a borbotones. Forzado por el bochorno, tomé la decisión mientras me imaginaba sumergido en el mar tranquilo; así que me puse en marcha sin titubear. Portando solo una pequeña mochila me dirigí al centro de la ciudad para tomar el microbús que me llevara hasta la playa de Taganga.
A lo lejos, y como es costumbre en Colombia, el ayudante del vehiculo vociferaba el destino por la ventana: Taganga! Tagangaaa!! El marcado acento costeño no permitía entenderlo todo, pero la palabra Taganga se escuchaba clara y fuerte. Hice señas desde el andén y la buseta paró en medio de la calle. Me subí esquivando varios vehículos y algunas carretas de venta de jugo de mandarina fluorescente. Aunque un aviso marcaba el precio de 1500 COP (pesos colombianos), negocié el pasaje por 1000 pesos sin problema.
Entre frenazos, pitos y arrancones violentos el microbús salió del centro de la ciudad y tomó la degradada ruta costera. Con tanto ajetreo me faltó poco para tamizar el piso con el desayuno de arepas de huevo. Al verme brillar de colores pálidos, una gentil señora me ofreció la ventana. La brisa fresca me calmó el estómago. Con mis nauseas disipadas me dediqué a apreciar el paisaje costero, entre cactus y barrios humildes de construcciones improbables.
Paisajes y playas del parque natural tayrona en Santa Marta
Una vez quitamos la gran ciudad y después veinte minutos de trayecto llegamos a destino. Yo me quedé en el mirador antes de llegar a Taganga. Desde allí pude observar en plan panorámico lo intersante del paisaje del lugar.
Mi primera impresión fue de percibir la relajante simplicidad de un pueblo pesquero. Las casas y Cabañas modestas eran testigos de que naturalidad y turismo pueden ir perfectamente de la mano. Sin la necesidad de transformar una bella playa, en un lugar sometido ante los gigantes de cemento; que hacen del placer de viajar una pesadilla mercantil, fría y ficticia. Aunque es de remarcar el auge del turismo en los últimos años. Esta popularidad turística ha hecho que el poblado de pescadores se convierta en balneario dando lugar a bares, hoteles, hostales y estructuras con fines de turismo. Bueno o malo ? Todo depende. Hay quienes dicen que esto es el progreso. O es la forma de desnaturalizar los lugares con la excusa del progreso?
Caminé por la playa buscando un punto de caída sobre la arena. Me crucé con varios turistas desprevenidos mientras tres pescadores terminaban de organizar las redes y la canoa para la faena pesquera en la tarde o al otro día temprano. Otros pescadores se otorgaban una merecida siesta en hamacas coloridas al aire libre. Qué envidia!
Decidí seguir caminando a orillas del mar y descubrir de a pedacitos las imagenes coloridas y calmas de la bahía. Al final de la playa tomé un camino que lleva sobre el acantilado en medio de cactus floridos y bolsas de plástico azules (una pena). Desde lo alto del lugar una vista panorámica sobre la bahía me alegró el momento. Me senté sobre una piedra y me di a la tarea de contemplar y dejar correr el tiempo.
El paisaje de esta zona de Colombia es de una belleza singular. Con el verde fondo de la sierra Nevada de Santa Marta la naturaleza es incomparable. Muy cerca de allí se encuentra el parque natural regional Tayrona. Un lugar protegido que cuenta con varias decenas de playas vírgenes y de naturaleza exuberante.
Visitar Taganga: pescado y buceo
Volví al poblado obligado por mis tripas hambrientas en plena convulsión y bullaranga. Me instalé en la terraza de uno de los restaurantes con vista al mar y escogí el plato típico de colombia en la costa caribe: pescado frito, patacones de plátano verde, arroz con coco y ensalada; todo acompañado de una limonada helada.
Después de comer el letargo post prandial se apoderó de mi cuerpo. De allí no me quería mover! Sentía que me deslizaba de la silla plástica y estaba a punto de sumergirme en una siesta playera, cuando una viajera argentina se acercó a discutir. Cuál viejas comadres hablamos de viajes, de América latina, de su amor por Colombia y me contó entre otras cosas de su admiración por el swing que tienen los colombianos para bailar. El sueño se espantó de mis ojos y convenimos ir a hacer buceo, pues las playas y la cristalina mar de Taganga son propicias al submarinismo.
Varios locales ofrecen el servicio y zarpamos a buscar tesoros escondidos en el fondo del mar caribe. Así pasamos la tarde entre corales, pescaditos de colores y el agua fresca.
Caída la tarde volvimos y nos instalamos en la playa para ver el atardecer. Había mucha gente sobre toallas y tapetes en paja esperando ver el sol perderse entre el mar caribe. Varios pasaportes, muchos colores y lenguas diferentes; pero al final las mentes conectadas con el mismo sentimiento de tranquilidad y de paz. Taganga seguía serena, pausada y silenciosa.
Las noches festivas y alcahuetas, no se dejan regir por el reloj habitual. Para qué dormir cuando puedes bailar, cantar y reír con el fondo de guitarras rebeldes tocando tonadas de esperanza?
Así terminó el día en este bello lugar de retiro turístico. Encantando del pueblo, de los pescadores, del paisaje y de la bella bahía. Que recuerdos tengo de ti Taganga.
Tips y consejos para visitar Taganga en Santa Marta Colombia :
Dónde queda y cómo llegar a Taganga?
- Este agradable poblado se encuentra en la costa Atlántica de Colombia, a 20 minutos en vehiculo de la ciudad de Santa Marta.
- Para llegar a Taganga es paso obligado la ciudad de Santa Marta.
- Hay varios microbuses que hacen la ruta desde el centro de la ciudad de Santa Marta hasta Taganga. Precio 1500 pesos COP más o menos.
- Si se viaja en grupo de varias personas pueden negociar un taxi, les resultará barato.
Qué hacer en Taganga, excursiones y actividades turísticas:
- Aunque la playa de la bahía frente al pueblo es idónea para el baño, esta puede sufrir de contaminación a causa de los motores de los barcos de pescadores. Lo recomendado es caminar sobre el acantilado a la derecha del pueblo y visitar otras playas cercanas completamente limpias y tranquilas.
- Desde el lugar pueden visitar el espectacular parque natural Tayrona. Allí pueden incluso pasar la noche en hamacas de alquiler.
- La excursión más renombrada es la de visitar en caminata la ciudad perdida Tayrona en la selva de la sierra nevada. El trek dura entre 3 y 5 días según el aguante de cada caminante. No apto para quienes no tengan una mínima capacidad física.
- La actividad de buceo es perfecta en las playas y los corales cercanos. Varios lugares de alquiler y escuelas de buceo son a disposición en el poblado.
- Precio promedio de habitación: entre 18.000 y 45.000 pesos colombianos/noche según gusto.
- No olviden ser respetuosos con la naturaleza no arrojando basuras y bolsas de plástico.
Todos los lugares turísticos cerca a Taganga y Santa Marta los comparto en varios relatos de viaje:
Si necesitan más información pueden visitar el sitio de la oficina de turismo de Colombia. También les comparto la guía de viajes para visitar Colombia.
[icon color=»#00a7ef» size=»18px» target=»_blank» name=»moon-quill»] AristofennesBlogtrip | Blog de viajes
Reseña de Taganga
Acceso al lugar
Interés turístico
Relación calidad-precio
Información
Higiene
Playa tranquila
Taganga es de esos poblados tranquilos en los que provoca quedarse. Muy típico de la costa caribe colombiana, espero que el turismo no lo degrade en su esencia.