Viajar enseña tolerancia: historias de bloggers viajeros
A la repetida pregunta del porqué me gusta viajar alrededor del mundo, suelo responder con la misma frase: «porque viajar me hace tolerante». La tolerancia es el mejor aprendizaje de vida que pueda tener un ser humano. Si algo he aprendido durantes mis viajes y periplos es aceptar la diferencia de los otros. Pues viajar permite de apreciar que el mundo no es uniforme ni homogéneo, sino al contrario, nuestro entorno es tan diverso como la naturaleza misma. La falta de tolerancia se expresa en el miedo infundado de asumir que existen otras culturas, otras opiniones, otras religiones, otros dioses, otros estilos de vida y otras maneras de percibir el mundo y nuestro entorno.
Dicho de otra forma, la intolerancia es la incapacidad de aceptar que existen otras maneras de pensar y de actuar diferentes a las nuestras.
El respeto y la aceptación de las diferencias es la base de la convivencia y del pluralismo social.
Basta con leer en internet los comentarios atroces y vulgares de quienes no aceptan bajo ningún concepto la diferencia de nuestros semejantes, o de ver las últimas marchas en Colombia que osan señalar de «pecadores» a quienes eligieron el camino de una sexualidad diferente; para percatarse de que a la gente lo que le hace falta es viajar!
Por todo esto me di a la tarea de contactar y recopilar las experiencias de otros viajeros, para conocer sus puntos de vista sobre la importante relación entre los viajes y la tolerancia.
Relatos de viajes y tolerancia de viajeros:
Entendiendo la cultura de Comores, relato de la viajera Edith del blog miviajar.com :
«Muy a menudo el desconocimiento, la mala información o el miedo generan rechazo hacia aquello que es diferente, por eso está bien salir de nuestro rincón y explorar el mundo, descubrirlo por nosotros mismos y no a través de aprensiones ajenas.
Después de vivir dos años en Comores, antiguamente República Federal Islámica, aprendí que si bien su ideología es difícil de compartir, son una cultura pacífica, solidaria y bondadosa. Y aunque en el pueblo musulmán hay personas con pensamientos radicales, la gran mayoría están muy lejos de esa imagen negativa difundida por los medios de comunicación. Son gente con grandes valores en torno a la familia y a la amistad, que no dudan en ayudarte cuando los necesitas.
A pesar de que nunca he estado cerrada a quienes tienen otras creencias, haber vivido en un país donde ciertos pensamientos son totalmente opuestos a los míos, donde la religión sigue siendo uno de los pilares de su vida… haber vivido de cerca sus tradiciones, escuchado sus historias y su manera de entender el mundo, me permitió enriquecer mi visión, ser más tolerante y respetuosa con quienes no comparten mi manera de pensar.»
Edith
Opinión del viajero Luis Maestre del blog viajerotricolor.com
«Definitivamente viajar es la mejor manera de eliminar prejuicios y de abrir la mente. Lo descubrí desde el primer momento en que salí de Colombia hacia Europa, pero sin duda, la experiencia que más me ha marcado hasta ahora fue la de planear y hacer dos viajes a países musulmanes por mi cuenta.
Cuando recorría las coloridas, bulliciosas y aceleradas medinas en Marruecos y las imponentes mezquitas y calles de Turquía; cuando pude ver a los ojos, interactuar y comunicarme con su gente y ver más allá de lo que te muestran los medios, fue cuando pude entender que me había encontrado con personas tan amables y cálidas que me hacían recordar la famosa hospitalidad de mi tierra colombiana.
Éstas y muchas más experiencias de viaje son las que me han confirmado que la tolerancia es algo que se aprende y se adquiere cuando nos damos la oportunidad de hacer parte, así sea por un momento, de la verdadera realidad de los demás, la de aquellos distintos a nosotros.»
Luis Maestre
Los mercados de Bolivia, por el viajero Juan Manuel Lere del blog de viajes rumbeandoporahi.com
«Entrar en un mercado en Bolivia por primera vez fue como un sacudón! Algo semejante había conocido en el norte de Argentina, pero los mercados de Potosí, de La Paz u otras ciudades bolivianas superaban cualquier experiencia. Bolivia y sus mercados, serían la antesala de otros mercados que conocería en Colombia o México por citar un para de países de nuestra extensa Latinoamérica.
Animales de todo tipo, color, vivos o muertos esperando por su comprador sin las “condiciones de higiene” que conocía en Argentina, mi país, me chocaron en primera instancia. El colorido de mil frutas y flores, se opacaba con ese balde lleno de cabezas de vacas o aquel puesto donde te venden fetos de llamas para ser enterradas en los cimientos de una casa que se está por construir para el buen augurio.
Con el pasar de los kilómetros me doy cuenta que he abandonado prejuicios, mi mochila es más liviana y si bien, en cada viaje me topo con prácticas culturales, religiosas o alimenticias que no comparto las “acepto” me involucro con la cultura y las entiendo como lo que es: parte de la cultura de este bello continente que es nuestra América!!!»
Juan Manuel Lere
Cómo los viajes ayudan a abrir tu mente, por Lina Maestre de patoneando.com
«Al empezar a viajar, me fui dando cuenta de cuán equivocada estaba sobre algunos conceptos ya creados en mi cabeza. Sobre mis creencias, sobre cómo el mundo de alguien puede cambiar dependiendo de su perspectiva de vida.
Tener miedo de enfrentarme a diferentes culturas o religiones porque nunca había escuchado nada positivo desde afuera; ir a ese lugar y darme cuenta, ver con mis propios ojos que estaba equivocada, que el mundo te muestra lo que más le conviene y lo que cree que te puede convenir. Darme cuenta que la gran mayoría de musulmanes son las personas más hospitalarias que haya conocido, que los finlandeses no son fríos ni calculadores sino que necesitan tiempo para abrirse, que personas con religión diferente a la mía pueden entender mi punto de vista y no matarse por ello, que aquellos con gustos y atracción sexual diferente a la mía pueden convertirse en los mejores amigos de viaje.
Todo, absolutamente todo, fue aprendido en la ruta. Aprendí a ver con mis propios ojos y no esperar a que me lo contaran. Como dice una reconocida frase: viajar puede ser perjudicial para los prejuicios. ¡Y vaya que lo es! Es dinamita pura para todos los pre-conceptos que ronden en tu cabeza.»
Lina Maestre
De japón a la India, relato de Tshamanny del blog tequieromostrar.com
«Al viajar descubres que a pesar de las diferencias que nos identifican como individuos, en realidad todos somos humanos sin importar nuestra raza, creencias, cultura o género. Esto lo pude experimentar cuando viaje desde Japón hasta la India, cruzando el camino de innumerables culturas donde sin importar la etiqueta que se le pueda dar a una persona como la de Budista, Musulmán, Cristiano, gay o latino, siempre encontré a alguien que me extendiera su mano y me brindara su amistad.
Como en Japón, donde una chica al verme perdido me tomó de la mano, sacó su celular y me llevó directamente a la puerta de mi hostal. O en Tailandia donde un grupo de amigos me vieron pasar por el lado de un templo y de manera desinteresada me invitaron a comer con ellos. O en Myanmar donde una pareja al ver que mi bicicleta estaba dañada paro y me recogió llevándome a la ciudad más cercana. Además tuve la fortuna de hacer amigos de diferentes culturas, diferentes creencias, diferentes razas y orientaciones sexuales, por lo cual puedo asegurar que viajar es la mejor manera de acabar con los prejuicios, abrir la mente y cultivar la compasión y tolerancia.»
Tshamanny
Ruta por Sudamérica, sentimientos de Valen y Jesper de unpocodesur.com
«Siempre lo he dicho, viajar es aprender.
Durante nuestra ruta por Sudamérica fueron tantas las puertas, ventanas y corazones que desconocidos nos abrieron a lo largo del camino que no se pueden contar en tan pocas palabras. Todos y cada uno de ellos tienen una historia que contar y sin importar su color de piel, su religión o su nivel educativo nos abrieron los brazos y nos aceptaron, durante un corto momento, en sus vidas. La imagen es de el viaje que realizamos durante 3 días subidos en un camión que nos levantó y nos llevó más de 1200 km al sur de Argentina, compartimos con Fernando comidas, noches y risas y es uno de los recuerdos que guardamos y recordamos con mayor alegría, un tipo estupendo Fernando («El loco», como Jesper lo apodó).
Cuando miramos atrás nos damos cuenta de que en todos lados ha habido siempre gente buena dispuesta a compartir unas risas, un café, una dirección, un camino con nosotros. Eso nos ha cambiado para siempre.
Viajar me ha devuelto la confianza y la fe en la humanidad porque son más las cosas que nos unen que las que nos separan.»
Valen y Jesper
Este escrito solo tiene como objetivo invitarlos a meditar sobre la forma de apreciar y aceptar a nuestros semejantes. Si viajar nos hace tolerantes, que esperas para salir de viaje?
Aquellos que no han visto el mundo, creen que la pequeña burbuja donde viven es el mundo «normal».
Tienes una historia de diversidad, de choque cultural o de costumbres que te asombraron por ser diferentes a la tuya? Compartela y la publicaremos !
Muchas gracias por permitirme colaborar en este excelente post en el que se evidencia lo importante que es el viajar para desarrollar la tolerancia, la comprensión del mundo y la compasión.
Un abrazo!
Gracias a ustedes por colaborar !
Un abrazo
A quedado una entrada muy linda!
Hemos dado un pasito muy importante en la lucha contra la intolerancia!
Muchas gracias Aristofennes por el espacio!
Te mando un abrazo enorme y el deseo de que continúen los buenos rumbos!!!
Hola Juan,
Gracias a ustedes por aportar vuestras experiencias de viaje con sentido tolerante. Por aquí a la orden.
Aristofennes
Desde Viajes El Arca de Noé, te felicitamos por tu artículo.
Un saludo!
Gracias José, Bienvenido al blog de viajes de Aristofennes!
Sin duda y respeto por otras costumbres y culturas , depnde de como lo educaron a uno en su casa sobre todo pero es verdad que uno cuando esta en un entorno que no conoce tiende a ser respetuoso de las costumbres y tradiciones en el exterior.