El otro día publiqué una foto de los candados del amor de París, expresando mi pesar sobre su desaparición. Seguido a la publicación, dos franceses me hicieron la crítica que los candados del amor eran un horror, ridículos y que desfiguraban el paisaje de la ciudad de París. De pronto tengan razón y sea verdad ! Pero para las millones de personas alrededor del planeta que sueñan (soñamos) de esos «clichés parisinos» no lo vemos igual.
Si un francés viaja al extranjero y hace la pregunta : cómo imaginas tu París ? Cuáles serían las respuestas según ustedes ? Seguramente las respuestas dadas sean una lista interminable de clichés a veces los unos mas chiflados e irreales que los otros. Para un parisino puede ser agotador escuchar que la gente alrededor del planeta tiene esa imagen estereotipo de París y en general de Francia. Bueno o malo… no sé. Lo cierto es que cuando alguien no conoce un lugar ni su gente, pues se los imagina; es inevitable. Es esta imagen prefabricada la que llamamos «cliché de viaje». Pero no se equivoquen ! Esto no le sucede solo a los franceses.
Pequeño ejercicio (y cambiemos de país) : si yo les digo «Colombia» y si ustedes no conocen el país, que me responderían ? Estoy casi seguro que ustedes sacarán una lista de clichés que contienen lo siguiente : selva, peligroso, drogas ilícitas, Shakira, etc. No es así ?
Yo hago parte de aquellos que aman el cliché. Pues para mí los clichés cuentan historias reconstituidas y alimentadas a través del tiempo. Es por eso que decido escribir estas palabras, con un punto de reflexión sobre esos clichés encontrados durante mis viajes.
Pero que es un cliché de viaje ?
En el mundo de los viajes un cliché es la imagen falsa o real que uno se hace de un lugar turístico y de su población. El cliché es una fotografía mental en forma de collage, reconstituida a medida que nos cuentan experiencias sobre un lugar y su gente. Sin ocultar que a veces el cliché es la forma no muy simpática y molesta de estereotipar y de generalizar.
En mi caso me gustan los clichés desde el punto de vista folklórico y visual. En la mayoría de los casos el cliché es una exageración del folklore y de lo tradicional con el objetivo de impactar al turista. Pero sobre todo me agradan los clichés de viaje por el lado humano que se desprende. Qué historias esconde la persona o su traje ? O qué hay detrás de ese acento o dialecto ? Que cuentan los candados de amor y de donde venían sus propietarios ?
El cliché es también una crónica inmaterial que cuenta pequeñas historias humanas, y que se transmite oralmente o vía los medios de comunicación.
Los límites del «cliché» en el turismo
Los sitios turísticos no son vistos de la misma forma por los visitantes y por la gente local. Para un habitante local ese bonito sitio turístico es el lugar de todos los días. El está cargado de muchos sentimientos y de emociones, al igual que es el lugar de la familia, de los amigos, de recuerdos de infancia, etc. Para un visitante ese lugar es simplemente la materialización del cliché. El objetivo inmortalizado (por una fotografía por ejemplo), para mostrar a los demás que ellos también han visitado ese sitio mítico y reconocido.
Seamos sinceros, estamos en la década de la fanfarronería desmesurada y del exhibicionismo gratuito.
El lado malsano de un cliché se presenta cuando este se vuelve popular y descontrolado. El descarrile de una pequeña historia que hace mover a miles de personas sin control, transformando el cliché en mundialmente conocido. Entonces ya no es un cliché sino un dolor de cabeza.
Un cliché también puede volverse una trampa para los viajeros. Difícil de constatar en ciertos lugares lo que es auténtico de lo que no lo es. Uno se pierde entre los falsos guías turísticos de Marruecos, los falsos indígenas en Perú y las falsas pinturas de la catedral de Montmartre hechas en china. Pero, qué es realmente «auténtico» dentro de la inmoralidad con que a veces juega el turismo ?
Como ese día cuando un aguatero marroquí me pidió 100 euros por una foto en la plaza Djema El Fna en Marrakech.
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las etapas de un cliché :
- La provocación : o ese momento a partir del cual soñamos de un lugar o de su cliché. Alguien nos habla sobre ese sitio que hay visitar, o donde hay que bañarse, o fotografiarse o colgar un candado de amor. El cliché se instala en nuestra lista mental de deseos viajeros … el daño está hecho !
- Luego viene la etapa de la realización : el cliché se vuelve realidad y no sabemos cómo reaccionar. Yo estoy, lloro, grito y salto. En mi caso yo permanezco inmóvil durante un buen rato. Al mismo tiempo observo con detalle las caras orgásmicas de las personas a mi alrededor, que al igual que yo están en plena etapa de realización.
- La decepción : aquellos que no encuentran la imagen idealizada o los sentimientos imaginados (muy frecuente según me cuentan). Allí nos damos cuenta que el marketing turístico puede ser un espejismo engañoso. El cliché se borra en el mismo instante que hace frente a la realidad. Es muy frecuente de escuchar frases como : «yo no lo imaginaba así», «me lo imaginaba más grande o más pequeño (según el gusto)», «atravesé medio planeta por esto?».
- La necesidad : de comprar y de vender. El mundo de los viajes se ha vuelto un mercadillo sin piedad. De un lado las oficinas de turismo que buscan ganar el premio mayor vendiendo destinos de ensueño. De otro lado los viajeros hambrientos de aventuras y de experiencias para llenar los vacíos de la sociedad moderna. En el medio de todo encontramos a una población local a veces paupérrima, que quiere arañar las migajas del negocio. El anciano con un mandril en plena plaza vendiendo fotos, o una tribu en medio de la selva que han cambiado sus costumbres ancestrales a cambio de vender poses poco naturales a diez céntimos.
- La invasión : etapa vivida por algunos habitantes locales de sitios turísticos famosos. Entonces los turistas no son más los bienvenidos, al contrario se vuelven invasores. Olvidando que primero hicieron la publicidad para crear el cliché y atraer a los visitantes. Luego se defienden a muela y uñas por un retorno a la fuente y a los orígenes : es mi calle, mi puente, mi iglesia, mi playa, mi ciudad pues ! Larguense !!!
El cliché de viaje parece ser la materialización de la fantasía humana de soñar de paisajes lejanos y de momentos exóticos. El cliché lo amamos o lo detestamos de acuerdo del lado que lo vivamos. En todos los casos, es necesario de respetar las diferentes formas de ver o de imaginar el mundo, los viajes y a los viajeros con sus clichés.
