Buscábamos una escapada cercana en Europa para un fin de semana. Algún destino rápido, no muy lejos y sobre todo que cumpliera con los requisitos de las tres «B»: bueno, bonito y barato. Después de escudriñar mapas, libros de ideas, blogs de viaje y hacernos leer las líneas de la mano;la ciudad de Porto en Portugal se perfiló como el destino perfecto para esos 3 días de ocio vacacional a bajo costo.
Porto Portugal: ideas bizarras de un viaje de bajo costo
En realidad no tengo una forma fija sobre mis modos de viajar. A veces me gusta viajar como mochilero, con poco dinero y dispuesto a renunciar a cierto confort. Otras veces rompo el cochinito de mis ahorros materiales para darme gusto y subir un poco la calidad de los servicios durante mis aventuras. Todo depende del momento en que me encuentre, del destino y lo que inspire, del dinero que posea y de mi tolerancia momentánea al confort o al inconfort.
Para este viaje a Porto teníamos un presupuesto tacaño y bien a la baja. Todo esto teniendo en cuenta que quién dice viaje barato dice contratiempos, horarios imposibles y bizarrerías gratis. Yo no soy muy adepto de la filosofía de «todo barato». Es más, me produce alergia cada vez que leo otros blogs de viajes con el tema : lo más barato, gratis, etc. Me parece un insulto para los destinos turísticos y para quienes viven del turismo de saber que hay viajeros que no valoran el trabajo y el gana pan de los demás. Pero bueno, a veces toca.
Algunas penas y desventuras jocosas vienen incluidas cuando se busca el precio más bajo.
Llegar a Porto: la buena idea de un vuelo a bajo costo
Viviendo en Francia, el vuelo más económico era el que salía de Lyon a las nueve y trenta de la noche. Si bien se acomodaba perfecto para viajar después del trabajo, la llegada a Porto estuvo marcada por varios incidentes inesperados, penosos y graciosos.
Plaza Carlos Alberto en Oporto Portugal
El cambio horario nos jugó una mala pasada. Según nuestros relojes habíamos aterrizado a las 23:50 y el metro que une el aeropuerto al centro de la ciudad cerraba en 9 minutos. Temiendo deber pagar un taxi si perdíamos el último tren, no se imaginan cómo corrimos con cara de locos desesperados por los pasillos para llegar hasta la estación del metro.
Lo mejor de todo es que el resto de las personas caminaban normal y veían extrañados nuestros rostros de desespero. Cuando logramos tomar el metro con el sudor escurriendo por nuestras frentes brillantes, con el pulso a reventar; nos dimos cuenta que el reloj en el metro marcaba las 22:58 y no las 23:58. En realidad corrimos por nada, pues el cambio horario disminuyó de una hora la hora francesa. Reventamos a reír por pendejos.
Llegamos al centro de la ciudad de Porto fácilmente en el metro y nos dispusimos a encontrar el hotel reservado con anticipación.
Al llegar al hotel casi a media noche nadie nos esperaba. Timbramos una, dos, tres y más veces. Nada, ni nadie. En la timbradera pasamos casi cuarenta y cinco minutos pegados a la puerta, exhaustos, sin resultado. A punto de irnos a buscar otro hotel en urgencia, una mujer despelucada y somnolienta nos abrió la puerta.
A pesar de la fatiga y las desventuras conservamos el entusiasmo para visitar Porto.
Fotografía panorámica de Oporto en Portugal
Visitar Porto, la calidez latina de Portugal
Al otro día no muy temprano y antes de salir de hotel, la chica despelucada de la noche anterior nos recibió ya peinada pero aún sonriente. Se disculpó por tener el sueño tan pesado y nos brindó toneladas de valiosa información para nuestra visita de la ciudad en tres días.
El desayuno lo tomamos al lado del hotel entre risas con el panadero a causa de nuestro pésimo portugués. Confirmamos agradablemente que las personas de Porto son sonrientes y parlanchines. Valoro cuando las personas poseen la riqueza y la facilidad de comunicar.
Aristofennes en Oporto Portugal- Blogtrip blog de viajes
Torres dos Clerigos e iglesias de azulejos del centro histórico
Emprendimos nuestra primera jornada de visitas caminando por el centro de la ciudad de Porto a un ritmo lento y pausado. Reconocer la torre dos Clerigos es muy fácil. Sencillamente es la torre más alta de la ciudad de Porto. Hay que decir que el centro histórico de esta ciudad es una verdadera obra de arte. Se pueden apreciar varias iglesias y edificios de estilo barroco y neoclásicos. No les digo de seguir una sola ruta porque no sería lógico. Solo dejen llevar el cuerpo por las estrechas calles y se asombrarán de descubrir plazoletas y jardines en medio de las vías del tranvía.
Nos encontramos con casonas de grandes ventanales y con muchas construcciones tapizadas de los famosos azulejos portugueses en sus fachadas. Si bien los azulejos se utilizan en general para los baños y cocinas, en Portugal se usan particularmente en las fachadas de los edificios.
Recorrimos muchas de las calles y callejuelas en piedra del centro histórico. Varias calles son solo peatonales y hacen del recorrido a pié un verdadero placer. Atravesamos asombrados la veintena de iglesias del centro de Oporto. Fascinados, pues nunca habíamos visto tantas iglesias juntas en un mismo barrio.
Río Duero y sus viñedos
Puente Don Luis sobre el río Duero Oporto Portugal
Deambulando nos percatamos que muchos de los caminos y callejuelas de porto conducen a orillas del imponente río Duero. Prueba de la importancia y del protagonismo que tiene el afluente en la vida y en la historia estratégica de la ciudad. El Duero que busca desembocar en el mar Atlántico hace que Porto posea un paisaje seductor.
Las orillas del río Duero y su desembocadura en el mar, narran igualmente de la ambición portuguesa en la época de la colonia. Portugal poseía en aquel momento del pasado una de las flotas marítimas más importante del mundo.
Visita de bodegas de vino Porto
Las bodegas de vino Porto son tan conocidas como su vino mismo. Hay que decir que la región produce un vino dulce de calidad mundialmente recomendada. A orillas del río Duero se encuentran varios viñedos que producen el vino Porto. Varias excursiones salen desde el embarcadero principal de Porto para proponer un tour navegando el cauce y visitar la viña.
Al final de la excursión en el río pueden visitar las bodegas que se encuentran en la margen derecha de la ciudad. Nosotros visitamos la bodega Sandeman. El tour es guiado e incluye una degustación de los productos. En mi caso terminé la visita en un estado de casi embriaguez. Tengan cuidado si conducen o realizan otra actividad.
Paseo en tranvía por el viejo Porto
Antiguo tranvía en Oporto Portugal
Una de las maneras más prácticas y sencillas de descubrir Porto es de subir en uno de sus numeroso tranvías. Este transporte no es solamente una atracción turística. Los tranvías en Portugal son el medio de transporte diario de los portugueses.
Los vagones de estos aparatos que en portugués llaman «eléctricos» son antiguos y aportan un aire clásico a la visita de la ciudad. Por el precio de un tiquete tienen un paseo bastante agradable.
Vistas y miradores de Porto
Muchos de los caminos de interés en Porto los llevarán a unos miradores de vistas a cortar el aliento. Les recomiendo particularmente el sendero que lleva a los jardines del Palacio de Cristal. Desde allí pueden seguir un camino que los llevará a una serie de vistas espectaculares sobre los puentes de la ciudad.
Caminar hasta el faro de Felgueiras
En el mismo sentido de la caminata que lleva por los miradores, pueden llegar hasta la desembocadura del Duero que se vierte en el Atlántico. Si hay un plan y una actividad a hacer en el lugar, es observar la puesta de sol sobre el faro de Filgueiras de fondo. Cerca del lugar tienen varios castillos y construcciones que datan de la época colonial.
Este viaje de fin de semana a Oporto terminó con muy bonitos recuerdos, e imagenes grabadas. esta ciudad portuguesa es un destino que aunque vivido de forma económica nos sorprendió con la belleza de sus lugares turísticos y el recibimiento de los portugueses.
Consejos e información para visitar Porto:
- Esta ciudad y en general el país de Portugal son destinos que tiene una muy buena relación calidad precio.
- El centro con sus lugares y monumentos son fáciles de recorrer a pié o ayudados por el tranvía. La ciudad no es muy extensa.
- Muy recomendado de visitar la ciudad la noche. Nosotros hicimos una siesta (después de los vinos) para poder salir en la tarde noche.
- Si cuentan con tiempo suficiente y con dinero, hay muchas actividades que nosotros no hicimos pero que son recomendadas. Por ejemplo mucha gente nos habló de los paseos en barcos típicos por el río Duero y visita a los viñedos del vino Porto.
- Nosotros dormimos en el hotel residencial Marfim, Rua Álvares Cabral, 213, Cedofeita; charmedaleziria@gmail.com.
- Para más detalles sobre una estadía pueden acceder a la página oficial de la oficina de turismo de Oporto.
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