Ciudad perdida Tayrona: trek en Santa Marta Colombia
En una caminata fugaz por las playas de Taganga en Colombia y buscando actividades y excursiones,me llamó la atención el anuncio de una agencia de turismo que ofrecía un trek a la ciudad perdida Tayrona en la sierra nevada de santa Marta. Hasta ese momento la ciudad perdida era un nombre desconocido en mi diccionario viajero.
En compañía de un amigo francés decidimos lanzarnos a la locura de reservar el tour para un trek a la ciudad perdida, y salir 6 días a través de la jungla. La verdad estábamos entre asustados, animados y escépticos, pues no teníamos ni idea de que íbamos a encontrar. Pero ese lado incógnito y misterioso, condimentaba con un poco de emoción la aventura. Es más, para un extranjero que por primera vez está en Colombia, decirle que lo van a llevar a la selva, fue algo que lo intimidó un poco.
Transporte, cómo llegar a la ciudad perdida Tayrona
Todo fue muy rápido lo que agregó picante a la excursión. A las siete de la noche compramos el tour y al otro día a las ocho de la mañana estábamos sentados junto con 10 personas más en un vehículo todo terreno. En un abrir y cerrar de ojos y sin tanto meditar, salimos rumbo a un viaje inolvidable en busca la ciudad perdida, a través de la indomable sierra nevada de Santa Marta.
Llegar a Machetes: contacto con los indígenas tayrona y Kogui
Nos tomó 2 horas de trayecto a través de una carretera accidentada. Dos horas en las que el paisaje cambió drásticamente, pasando de una vegetación costera a una selva tupida y espesa. Al final de la ruta se encontraba el pueblo de Machetes, un caserío diminuto enclavado en las faldas de lo que es el inicio de la gran sierra nevada de Santa Marta. En ese mismo lugar y momento la magia indígena empezó su efecto.
Pueblo de Machetes – comunidad indígena Tayrona-kogui
Por cosas del destino, ese mismo día la comunidad indígena de los Tayrona se encontraba en el poblado por día de mercado. Mis retinas estáticas y curiosas detallaron cada personaje. Ni siquiera había empezado el trek a la ciudad perdida y yo tuve derecho a imagenes humanas inéditas. Sus blancas vestimentas son hechas a mano por ellos mismos, adornadas con mochilas o collares de colores vivos y tropicales. Sus rasgos faciales fuertes y sus pies descalzos marcaron aquel cuadro simple y perfecto.
La sierra Nevada de Santa Marta está habitada por varias comunidades con similitudes culturales y filosóficas en cuanto a la naturaleza. Ellos viven en simbiosis con el ecosistema y no lo hicieron saber. Una de las consignas importantes antes de comenzar el recorrido, era precisamente de tener total respeto por los recursos naturales.
Nuestro guía Luis se acercó, nos explicó que esta comunidad; son los dueños y protectores ancestrales de la sierra Nevada de Santa Marta y su historia.
Inicio del trek en la sierra nevada de Santa Marta
En el poblado de Machetes aprovechamos para conocer los detalles exactos del trek que empezaría. Una vez terminado el almuerzo con productos locales, se verificó que cada viajero tuviese los implementos necesarios para el camino. Los guías nos habían dado el día anterior una lista de implementos casi obligatorios, para asegurar el confort y la seguridad de cada visitante. Después de esto emprendimos la ruta en busca de la mítica ciudad perdida.
Trek y senderismo en la ciudad perdida en Santa Marta
No llevábamos todavía 30 minutos de caminata, para que la Sierra Nevada nos diera su bienvenida a su manera. Un fuerte aguacero cayó durante las dos primeras horas de senderismo. Dos horas que se hicieron eternas! La primera montaña a superar fue un reto físico y mental que mi organismo no se esperaba. Cuando la lluvia amainó, también mi cansancio se disipó, y de golpe el concierto de sonidos de la naturaleza inició la musicalización de nuestro viaje a la selva.
Al cabo de tres horas estábamos en medio de la sierra, en medio de todo y en medio de nada. No se veía una casa, ni un cable de luz, ni un solo ruido producido por las dañinas manos del hombre.
Lo único que no iba con el paisaje éramos nosotros.
Senderismo a través la selva colombiana
Estábamos exhaustos y empapados, sin poder diferenciar que era agua y que era sudor en nuestras ropas. Al ver nuestros rostros de sufrimiento, un merecido descanso nos fue propuesto. Luis y su esposa María (nuestros guías) nos ofrecieron sendos pedazos de sandía; que a causa del cansancio se convirtió en la mejor que haya comido jamás. Carajo si esa sandía me supo a gloria! Un verdadero placer gustativo hecho fruta. Sentados en un risco al lado de un riachuelo de cristalinas aguas, con la majestuosidad de la selva en mis narices.
Para ser sincero ninguno de nosotros se esperaba una prueba física de esa magnitud. No obstante los guías hacían lo posible para que las pausas se hicieron constantes. Varias de ellas a orillas de riachuelos de aguas transparentes y de paisajes bucólicos.
Dormir al aire libre
Después de largas cuatro horas y media de caminata, llegamos al primer campamento que se encontraba enclavado en medio de la selva y a las orillas de un arroyo. Gran sorpresa cuando nos anunciaron que la dormida se efectuaría en hamacas! Éstas se encontraban amarradas de una cabaña en madera con solo techo, en pleno aire libre y en plena selva. Ya podrán imaginar la cara del francés y de la mía de paso.
Campamento donde dormir en ciudad perdida Colombia
Lo primero que hicimos fue ir al río para asearnos. Las horas de caminata nos llevaban oliendo a muerto, o una mezcla entre sudor, tierra y perfumes baratos.
Una vez el merecido baño, nos esperaba un plato de comida hecho en el lugar, que debo decir fue todo un manjar: bandeja con arroz, frijoles, tajadas de plátano y carne hechos en fogón de leña. Prueba que la gastronomía colombiana no necesita tanto parapeto ni ingrediente rebuscado. Luego nos quedamos discutiendo entre viajeros a la luz de la vela. Para mi siempre es un placer conocer nuevas caras y saber un poco sobre sus vidas. Un grupo bastante heterogéneo, entre extranjeros y colombianos. Al final los viajeros compartimos más o menos las mismas penas y las mismas alegrías; solo cambia el contexto y cada loco con su cruz a cuestas.
Selva sierra nevada de Santa Marta Colombia
El sueño y los mosquitos nos gritaban que nos fuéramos a la cama hamaca. Aunque la metida en la hamaca no estuvo fácil, una vez adentro y acomodados seguimos discutiendo entre todos. Cada viajero se iba durmiendo a su ritmo. Yo la verdad dormí esa noche como si estuviera en hotel 5 estrellas, seguro por el cansancio. Los insectos murmuraron y me arrullaron toda la noche con su concierto al aire libre. Momento que me hizo reflexionar, como si la selva y la noche me aconsejaran en silencio. Aún lo mejor, el sonoro despertar y saber que no fue sueño, que sigues ahí, en medio de La Sierra Nevada de Santa Marta
Colombia, el único riesgo es que te quieras quedar!
Preludio de la ciudad perdida: la selva de la Sierra Nevada
Despertar a las 05 am por lo general no es mi costumbre, pero sin exagerar la Sierra nevada de Santa Marta me llamaba con sus hipnóticos sonidos naturales. Grillos, cantos de pájaros y primates nos decían buenos días a su modo. Aún en la oscuridad pero con los primeros asomos del sol, el grupo de aventureros se despertaba lentamente con una taza de café colombiano. Un silencio casi religioso se apoderó del momento. Todos mudos mirando hacia la montaña e imaginando desde ya la ciudad perdida de los Tayronas y sus misterios.
Viaje a la selva en la sierra neveda de Santa Marta
El olor del desayuno nos estimuló la bravura. Un suculento caldo de carne, arepas colombianas y chocolate caliente nos aportó las energías y el valor para emprender la ruta.
Caminamos durante dos horas sobre un camino resbaloso a causa de las fuertes lluvias del día anterior. Un lodazal que nos hacía enterrar hasta los tobillos y dificultaba la marcha.
El camino cada vez se hacía más quebrado. La transpiración a causa de la humedad tropical me protegía a la vez de la jauría de mosquitos.
Solo veíamos selva, plantas, arboles gigantes, riachuelos y a veces tarántulas atravesar el enlodado camino. Algunas construcciones empezaron a aparecer en medio de la espesa jungla. Igualmente nuestros ojos cansados empezaron a observar cual apariciones fantasmales, los esporádicos indígenas Tayronas en sus tareas diarias. Cabe decir que esta comunidad indígena no suele habitar concentrados en caseríos, cada familia posee una cabaña en una parte de la selva. Durante todo el recorrido es fácil toparse con cabañas aisladas y solo vimos un centro de encuentro comunal. Su timidez los llena de misticismo y al mismo tiempo nos hizo pensar en la discreción para no incomodarlos.
Sierra nevada de Santa Marta, trek a la ciudad perdida
Viaje a la ciudad perdida de los Tayronas (Teyuna)
En total atravesamos entre nueve y trece veces los ríos de la Sierra Nevada de santa Marta, en ocasiones con el agua hasta más arriba de la cintura. Pero con el sofoco que llevábamos y lo difícil del clima tropical, cada vez era un placer hídrico y refrescante. El calor y la humedad son difíciles a soportar.
Caminamos durante 3 días más, con 5 horas de marcha en promedio por día: pausada, detallada, asombrosa y mágica. A la vez muy física, pero desintoxicadora. Sentía que mis pulmones respiraban a su gran capacidad, el aire fresco y puro de la montaña. Expulsando al mismo tiempo, todas las porquerías que nos aporta la civilización y que debemos respirar en las ciudades.
Trek – senderismo en la ciudad perdida Tayrona
El Mamo: chamán del pueblo indígena
Al cuarto día, y preparándonos para hacer las que serían las últimas horas antes de llegar a la ciudad perdida sucedió lo inesperado. El encuentro directo con ellos: los Tayronas, los protectores ancestrales de la ciudad perdida.Una familia completa apareció de repente, como cuando en las tardes las estrellas aparecen en el firmamento. Saludaron con gestos y voz tímida, se acercaron, nos preguntaron nuestros nombres.
Encuentro con los indígenas Tayrona-kogui
Un silencio incómodo con intercambio de miradas se apoderaron del momento. Si Pero de repente estábamos en circulo escuchando al Mamo (chamán).
El hombre de corta estatura nos dió la bienvenida a sus tierras, vestido de blanco mascaba hoja de coca y sostenía una jarra extraña en sus manos. Con el sonido del río a unos cuantos metros nos transportó a los tiempos en que su comunidad construyó la ciudad perdida (año 1500 aproximadamente). No imaginan lo emocionante del momento. Tener la suerte de poder intercambiar palabras tantas sabias sobre la preservación y el respeto de la naturaleza y los errores de nuestra «civilización moderna depredadora».
El chamán nos compartió la filosofía de la comunidad. Ellos viven en plena simbiosis y respeto con la madre tierra.
Por ello nos hacía énfasis en proteger los senderos de la sierra nevada. Allí presentes después de más de 500 años, los hijos de los hijos de quienes con sus pequeñas manos habían construido una maravilla que sin verla ya me erizaba la piel: La Ciudad Perdida (Teyuna en lengua indígena).
Los guías nos confiaron que normalmente los indígenas no acostumbran a hacer un encuentro como este. Entonces me sentí afortunado de estar en el momento y lugar indicado para absorber las energías y la sabiduría de esta comunidad indígena.
Una hora después y aún tocados por el encuentro, salimos en busca de «Teyuna» la ciudad perdida de los Tayronas!
Teyuna: encontramos la mítica ciudad perdida Tayrona!
Veníamos de vivir una gran experiencia humana. El encuentro con el pueblo Tayrona y el Mamo (chamán) nos había marcado espiritualmente. En nuestros rostros se podía leer la paz y la alegría de estar en medio de la sierra descubriendo tantas experiencias enriquecedoras. Así emprendimos el último trayecto de la ruta en busca de la mítica ciudadela.
Me había preparado psicológicamente para caminar otras cuatro horas, como fue costumbre durante los cuatro días anteriores en la selva. Pero esta vez, caminamos aproximadamente unos 45 minutos y de pronto, los guías nos dicen, he aquí la escalera real que conduce a la ciudad perdida Tayrona. Asombrado, miré para todos lados buscando la escalera pero no vi nada. Luis nuestro guía señala con su dedo y justo al costado derecho al otro lado del río, unos escalones en piedra nos mostraban que en efecto estábamos en las puertas de las ruinas.
Formamos una cadena humana tomados de las manos y atravesamos el riachuelo que nos separaba de los viejos escalones tallados en la roca. La tarea estuvo delicada, pues el arroyo estaba crecido a causa de las lluvias en lo alto de la sierra nevada.
1600 escalones en subida directa nos empezaron a mostrar la majestuosidad del lugar. De entre la selva algunas terrazas y vestigios en piedra salían a luz. Yo estaba mudo y atónito. Era enorme! Nunca me hubiera imaginado ruinas de tanto tamaño cubiertas bajo la selva protectora. En ese mismo instante unas coloridas mariposas aparecieron en el lugar. Una de ellas portaba un el número 89 en sus alas. De no creerlo si no la hubiese visto con mis propios ojos.
Mariposa 89, diversidad natural de Colombia
El inicio del trayecto estuvo complicado y peligroso. Las piedras extremadamente lisas por la humedad y puestas de forma irregular parecían una trampa.
Pareciese como si los espíritus que protegen el lugar quisiesen impedir que accedamos a la ciudad perdida Tayrona.
El estrecho e irregular camino se fue transformando a medida que subíamos. Mientras avanzabamos las piedras se hacían más amplias y mejor trabajadas. El pequeño y tortuoso sendero se convirtió en una calle real en piedra. Según nos contaron, por allí subían los tayronas de alto rango, los otros debían tomar los caminos anexos por los costados.
A mitad del difícil camino, aparecieron plazoletas o terrazas de un tamaño importante. Aparentemente, toda la montaña estaba rodeada de estas estructuras, donde reposaban las viviendas indígenas. Los impresionantes vestigios de una gran ciudadela que llevaba el nombre de Teyuna.
Terrazas y construcción en piedra antigua
El aliento se entrecortaba con cada paso bajo el manto de selva. Primero por el esfuerzo físico acumulado, y segundo, por el impresionante espectáculo que teníamos en frente de nosotros. A nadie se le había pasado por la mente que las ruinas serían de tanta magnitud. Toneladas y toneladas de piedra en mil estilos, conformando una gran urbe precolombina. Todo completamente devorado por la jungla protectora.
Llegar a la ciudad perdida Tayrona: el clímax
Llegar a la ciudad perdida Tayrona en Colombia
Estando en la cumbre del lugar quedamos completamente alucinados. Las formaciones en piedra se adaptan a la montaña lo que da una forma casi piramidal a la construcción. Una vez sentados en lo más alto de la ciudad perdida, tiempo de recobrar el aliento al mismo tiempo que mil preguntas surgen en la mente. Los lugares como este siempre despiertan enigmas sobre su construcción:
- Cómo hicieron para construir una obra como la ciudad perdida Tayrona?
- Cuántas personas participaron?
- Por qué motivo fue creada?
- Cómo vivían en la época y en qué formación social?
- Por qué ya no viven allí?
- Cuántas personas conformaban la comunidad?
Lo cierto es que estábamos en la cumbre. En el centro de lo que en su época, fue una ciudad organizada y próspera.
Ruinas e historia de la ciudad perdida en Sierra nevada
Cabañas y vestigios en la ciudad perdida Tayrona
Historia de Teyuna, la ciudad perdida Tayrona
La ciudad perdida Tayrona fue fundada en el año 800 D.C. Los tayronas habitaban una vasta región de lo que hoy comprende la sierra nevada de santa marta, el parque tayrona y su comunidad se extendía hasta los departamentos vecinos del cesar y la Guajira en el norte de Colombia.
Esta comunidad indígena entabló relaciones comerciales con los españoles, llegados en 1498. Alrededor del año 1600 D.C, se desencadenaron fuertes disputas entre españoles y tayronas . Lo que coincide para esa misma época, con la casi desaparición de esta comunidad. Algunos de ellos se refugiaron en lo más recóndito de la sierra para protegerse de la invasión española y sus demonios (enfermedades). Y poder cuidar sus tesoros y sus rituales. La ciudad perdida es un centro espiritual para ellos.
Las ruinas fueron encontradas en 1974. En el museo del oro de la ciudad de Santa Marta, se puede apreciar una gran muestra de su cultura. (historia provista por la misma comunidad).
El silencio se hizo presente por un par de horas. Durante las cuales solo mirábamos impávidos y extasiados el firmamento verde. Hermosa recompensa de una aventura natural y humana que será difícil de olvidar. El sentimiento era extraño y místico, como cuando haces una peregrinación. Comprendí que visitar este lugar no es tan solo llegar hasta el punto donde se encuentran las ruinas de la ciudad perdida Tayrona. Pues el proceso de caminar haciendo el trek de cuatro días, permite de comprender el entorno y las energías naturales del lugar.
Yo me sentía limpio de espíritu, como si el esfuerzo físico me hubiese lavado los malos pensamientos en los que solemos ahogarnos en nuestra cotidiana vida.
Tips y Consejos para visitar la ciudad perdida en Santa Marta:
- La visita a la ciudad perdida Tayrona, solo se hace con agencias especializadas. Estas agencias son autorizadas por el gobierno de Colombia y la comunidad indígena.
- Duración del tour: pueden escoger 4, 5 o 6 días. El precio no varía, la diferencia está en la cantidad de horas caminadas diariamente.Yo les aconsejo mínimo 5 días, pues la bajada es más suave.
- La agencia Magictour, da una lista de artículos de primera necesidad a llevar, por favor acatarlo al pié de la letra.
- No hay que llevar tanta ropa, pues la sierra es muy húmeda y llueve mucho. Se atraviesan ríos y riachuelos todos los días. Cuando la ropa se moja la mochila se hace pesada y dificulta el recorrido que es muy físico. Con un short + 1 pantalón + 2 camisetas es suficiente.
- Llevar zapatos de montaña y resistentes al agua.
- Un par de sandalias ligeras para cuando lleguen al campamento y desean tener los pies secos.
- Si llevan cámaras fotográficas, documentos o cosas de valor, hay que llevar estuches adecuados impermeables.
- Se recomienda material de montañismo adecuado pero lo estricto necesario : ropas, linterna, pequeño botiquín.
- Producto repelente anti mosquitos.
- Gorra o protección para el sol.
- Protector solar.
- Por favor recuerden respetar las normas de las comunidades indígenas (sobre todo con las fotografías).
- El manejo de las basuras se debe hacer rigurosamente y con mucha conciencia. Las basuras se entregan a los guías, quienes tienen el compromiso y la responsabilidad de tratarlas según compromiso con las comunidades indígenas.
Agencia de viajes para visitar la ciudad perdida:
Hay que tener en cuenta que solo hay un puñado de agencias autorizadas a vender paquetes turísticos para visitar la ciudad perdida. Nosotros lo hicimos con Magic Tour operador autorizado y especializado en la ciudad perdida y la región de la sierra nevada de Santa Marta en Colombia. Es una empresa seria que cuenta con todas las autorizaciones legales e indígenas.
Precio del trek o tour
El precio actual (2016) para realizar el trek a la ciudad perdida es de: 700.000 pesos colombianos COP.
El paquete incluye:
- Transporte,
- Alojamiento (hamacas o camas rústicas)
- Guías experimentados de la región
- Comida, con cocinero(a) asignado
- Agua y frutas durante el tour
- Seguro de viaje
- Opción de organizar otros paquetes turísticos y reservas de hoteles en la región.
Coordenadas:
- Calle 14 N° 1B-50 – Taganga, Colombia
Tel. +57 (5) 421-9429 - Sitio web: www.magictourcolombia.com
Otros lugares turísticos a visitar cerca a Santa Marta :
Igualmente les comparto una guía de viajes a Colombia para mejor organizar un itinerario con mis recomendaciones personales:
[icon color=»#00a7ef» size=»18px» target=»_blank» name=»moon-quill»] AristofennesBlogtrip | Blog de viajes
¡Muy interesante! El paisaje de la selva es impresionante, tan verde y fresco. La ropa y la gorra de camuflaje serían la mejor opción para estar invisible en este paisaje mágico.
Hola, nos estamos preparando para la aventura… gracias por tus apreciaciones y sugerencias
Que disfruten el viaje !!